estás

Iluso:
todavía crees estar
tan sólo allí donde eres materia;
y no en la calle conmigo,
conmigo tranvía,
conmigo esta mañana,
conmigo piel, rizos, dentro.
Conmigo a veces -o siempre- aunque
distancia y tiempo.


letras

No te asustes si descubres
una a en tu mano
una s recorriendo tu cuello
un punto y coma anclado a tu brazo.
Si las letras
llenantupielalimentanelaire
invadentualiento.

No te asustes porque
con el teclado yo te pienso.
Te estoy escribiendo.

poema

Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores blanquísimos
donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y cintas que
dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas precisamente lo que
viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones cuando se disuelven
en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio,
esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.

Además te quiero, y hace tiempo y frío.

- Julio Cortázar -

una brecha

siempre se abre una brecha
y, a través de ella,
vemos más nítido...
el mar.